Rutas Queseras
Bienvenidos a Extremadura, tierra de quesos y de sus artesanos, tierra que a cada paso nos deja un paisaje colosal, sorprendente y exuberante.
Sumergirse en las diferentes rutas del queso, no sólo es acercarse a las tradiciones ancestrales ligadas al queso, sino también recorrer sus senderos y caminos; conocer a sus gentes, visitar sus museos, palacios y castillos y descubrir nuevos paisajes a cada paso, disfrutando de su variada flora y fauna en sus espacios naturales.
Ruta de la Torta del Casar
Desde la Sierra de San Pedro hasta la Sierra de Montánchez, entre berrocales y llanos, discurren los dominios de la TORTA DEL CASAR.
Ruta del Queso de La Serena
Hablar de La Serena es adentrarse en los orígenes de nuestra historia.
Ruta del Queso de Los Ibores
Para entender el Queso de Los Ibores sólo tenemos que entrever el colosal paisaje en que se crían sus rebaños de cabras.
Ruta del Queso Tajo Internacional, Sierra de San Pedro, Los Baldíos
Tierra de asentamientos prehistóricos, fortalezas militares, castillos, palacios, despensa natural con la que se elabora una exquisita gastronomía y un entorno natural con un valor ambiental único.
Ruta del Queso de La Vera
Desde las cumbres de Gredos y hasta las fértiles vegas del Tiétar se encuentran los frondosos bosques de castaños y robles en las montañas y galerías de fresnos, alisos y sauces en los cauces de los ríos.
Ruta del Queso de Monfragüe
Territorio ubicado en el entorno del Parque Nacional de Monfragüe, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, naturaleza espectacular y paraíso para la ornitología.
Ruta del Queso de Tentudia
En sus sierras nacen importantes ríos que vierten sus aguas al Guadiana (Ardila) y al Guadalquivir (Viar) conformando bosques riparios o de galería. En estos parajes serranos pastan las cabras cuya leche proporciona unos excelentes quesos que dan fama a Tentudía.
Ruta del Queso de Tierra de Barros
Desde la zona montañosa de la Sierra de Hornachos en el occidente, a la zona de llanuras de la Tierra de Barros al poniente, pantanos y ríos riegan y refrescan las rojas tierras arcillosas.